Una estrategia geoespacial es un plan enfocado en la empresa sobre cómo su organización aprovechará sus recursos geoespaciales (personal, procesos y tecnología) para producir los resultados que intenta crear. Las organizaciones que desarrollan e implementan una estrategia geoespacial conectan y alinean correctamente la tecnología SIG con su empresa, ofrecen un valor rápido basado en prioridades y definen e implementan soluciones sostenibles que resuelven los desafíos empresariales.
Muchas organizaciones de éxito maximizan el impacto de los SIG en su actividad comercial mediante el desarrollo e implementación de una estrategia geoespacial. Una estrategia geoespacial proporciona a las organizaciones una forma de alinear sus funcionalidades y tecnologías geoespaciales con sus necesidades empresariales subyacentes. Mediante la implementación de esta estrategia centrada en la empresa, las organizaciones pueden utilizar los SIG para alcanzar sus objetivos y mejorar los resultados en toda la empresa.
La aplicación de una estrategia geoespacial requiere un equipo directivo apasionado que desee resolver los retos empresariales de su organización y mejorar su funcionamiento. Los equipos de éxito incluyen un defensor que crea en el valor de las soluciones geoespaciales, un patrocinador ejecutivo que proporcione recursos y financiación, y un patrocinador técnico que proporcione recursos para implementar y mantener soluciones sostenibles. Con este equipo, podrá desarrollar e implementar una estrategia geoespacial, siguiendo un planteamiento en cuatro fases.
En la fase de comprensión, el equipo se compromete con las partes interesadas de toda la organización, incluidos los ejecutivos de departamentos y áreas funcionales, los directores de las principales divisiones y los usuarios y administradores del SIG. A través de estas reuniones, el equipo aprende lo que impulsa a estas partes interesadas y desarrolla una comprensión compartida de la organización, sus objetivos y sus desafíos. El resultado de esta fase es un conocimiento claro y compartido de la organización, incluida su misión, sus objetivos, sus desafíos empresariales y mucho más.
En la fase de planificación, el equipo define el estado futuro deseado que permitirá a la organización superar sus desafíos y cumplir sus objetivos y, a continuación, identifica las lagunas entre las funcionalidades existentes y lo que se necesita. Al comparar el estado actual y el futuro, el equipo puede definir la tecnología, los datos, los flujos de trabajo y las competencias necesarias para establecer soluciones sostenibles que aborden las necesidades de la empresa. Esta fase concluye con una hoja de ruta, que es un conjunto de actividades priorizadas y secuenciadas.
En la fase de Actuar, el equipo aplica una serie de ciclos de implementación (preparar, implementar, operar, consultar) que consisten en actividades definidas en la hoja de ruta. Esto significa no solo la implementación de nuevas funcionalidades técnicas, sino también asegurarse de que el personal está preparado para utilizarlas y comprende el valor que aportan a la organización. Cada ciclo de implementación debe dar lugar a uno o varios resultados tangibles.
En la fase de Revisar, el equipo adapta y actualiza el plan a medida que cambian los objetivos de liderazgo y las prioridades empresariales y evoluciona la tecnología. El plan debe revisarse periódicamente, especialmente después de cada ciclo de implementación, para asegurarse de que está maximizando el impacto del SIG en la organización.
Este planteamiento admite una implementación gradual guiada por una estrategia geoespacial. Permite al equipo desarrollar e implementar un plan que alinea la tecnología geoespacial con las necesidades de la empresa y proporciona un valor continuo.
Para definir e implementar su propia estrategia geoespacial: